Desarrollo de proyectos de forestación y su proceso de certificación en España
1. ¿En qué consiste un proyecto de forestación?
Antes de entrar en materia, cabe destacar brevemente el papel que juegan los árboles para el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Los árboles emiten oxígeno y absorben dióxido de carbono (CO2), principal componente de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Asimismo, los bosques resultan esenciales dado que, entre otras funciones, disminuyen la erosión del suelo y ayudan a restaurarlo, cotribuyendo también a conservar el agua y albergar diversos y complejos ecosistemas, fomentando la biodiversidad.
Cabe distinguir entre los términos “forestación” y “reforestación”, normalmente se emplean como sinónimos, pero existen diferencias y matices entre ellos. “Reforestación” es el proceso de plantar árboles en un bosque cuyo número ha disminuido, mientras que “forestación” es el proceso que se da cuando se plantan nuevos árboles o se siembran semillas en una zona donde antes no había árboles, creando un nuevo bosque.
En este texto vamos a usar el término “forestación”, dado que los proyectos que desarrolla Reforestum implican intervención en lugares que no eran bosques previamente, al menos no antes de 1989 según la normativa vigente en España. Bajo las nomenclaturas definidas en el contexto del Protocolo de Kioto (empleado en dicha normativa española), se entiende “forestación” como aquel proceso que da lugar a una transformación de tierras no forestales (por ejemplo, terrenos destinados al uso agrícola o ganadero) en tierras forestales a través de la acción humana directa mediante la plantación, la siembra y/o el favorecimiento de fuentes semilleras naturales.
En pocas palabras, un proyecto de forestación es aquella actividad que transforma un terreno dado, a través de la plantación de árboles, dando lugar a un bosque, es decir, convirtiéndolo en terreno forestal.
Esto resulta particularmente relevante dado que, a través de los proyectos de forestación y el consiguiente aumento de la masa forestal, se generan sumideros de carbono. De esta manera, el CO2 queda secuestrado o fijado.
2. El contexto español
Los proyectos de forestación resultan especialmente relevantes en el contexto español.
El Informe Especial número 33 de la Unión Europea “La lucha contra la desertificación en la UE: una amenaza creciente contra la que se debe actuar más intensamente” (2018) destaca la alarmante situación que sufre el territorio español. España cada vez se ve más afectada por el proceso de desertificación, llegando incluso en la actualidad al cambio de zonas a estados semi-desérticos, debido a los siguientes condicionantes propios del contexto ibérico: Clima semiárido en grandes zonas, sequías estacionales, extrema variabilidad de las lluvias y lluvias súbitas de gran intensidad.
Asimismo, Global Forest Watch (GFW) concluye que, desde el año 2001 al 2020, el territorio español perdió 1.33 millones de hectáreas de masa forestal, un 12% en este intervalo temporal, lo que equivale a un incremento de 503 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Los proyectos de forestación se presentan como un mecanismo eficaz y necesario para frenar el proceso de desertificación que está sufriendo el territorio español, lo cual resulta un motivo adicional para decantarnos por este tipo de proyectos en la península.
3. Desarrollo de un proyecto de forestación en España: ¿Cómo funciona?
Para entender bien el proceso de desarrollo de un proyecto de forestación en España es importante identificar los actores principales que intervienen en el mismo:
- Desarrollador/Promotor forestal: Es quien promueve el proyecto, típicamente actuando de canal de financiación o intermediario que hace posible la repoblación. Reforestum realiza esta tarea a través de su modelo de reforestación colaborativa.
- Ejecutor: Quien lleva a cabo la repoblación.
- Autoridad competente: Administración pública correspondiente a cada caso (Comunidad Autónoma, Ayuntamiento, Comunidad de vecinos, etc). Además este actor suele ser también el propietario del terreno, que es público, en la mayoría de los casos. Cabe decir que la titularidad del terreno no cambia cuando se realiza un proyecto de forestación, sino que se ceden los derechos de absorción de CO2 al Promotor Forestal.
- OECC: Oficina Española del Cambio Climático. Se trata del organismo encargado de desarrollar y gestionar las políticas relacionadas con el cambio climático en España, además de regular los proyectos de absorción de carbono, sus estándares y metodologías, y la relación de las empresas privadas con el mercado nacional de créditos de carbono.
- Reforestum: Organización que se encarga de dar visibilidad y mejorar la transparencia y trazabilidad a los proyectos a través de su plataforma tecnológica. En ocasiones cumple el rol del promotor forestal.
Una vez introducidos los actores principales que intervienen en un proyecto de forestación, vamos a presentar los distintos pasos que tienen lugar en el proceso de un proyecto de forestación de comienzo a fin.
3.a Solicitud de disponibilidad de terrenos para repoblación y presentación del proyecto técnico
El primer paso para desarrollar un proyecto de forestación es definir el alcance geográfico del mismo. Esta decisión puede estar motivada por criterios económicos, condiciones que aseguren la supervivencia del proyecto o/y objetivos medioambientales tales como la restauración de los ecosistemas, la regeneración del suelo, aumentar la resiliencia contra el cambio climático, luchar contra la desertificación, o la maximización de la captura de carbono del proyecto
Una vez definido el ámbito geográfico de actuación, se presenta una solicitud de disponibilidad de terrenos para repoblación al propietario del suelo (normalmente propiedad de Ayuntamientos o Comunidades autónomas).
Tras la aprobación de dicha solicitud, se presenta un proyecto técnico el cual tiene que ser aprobado antes de proceder con la firma de un Convenio. Este proyecto técnico puede ser realizado por el promotor o a veces el ejecutor del proyecto, y incluye un análisis de los condicionantes y de las características edafológicas, calidad de estación, pluviometría, tipo de terreno, etc., y es presentado a los Servicios Técnicos de las Entidades Gestoras del monte para su verificación y aprobación técnica. El proyecto debe recoger los condicionantes técnicos que cada Comunidad Autónoma -generalmente recogidos en los cuadernos de carga autonómicos- establece para cada zona territorial concreta, principalmente, las especies que se pueden plantar, junto con la densidad y distribución de las mismas, así como los métodos de preparación de terreno admitidos.
3.b Firma del convenio de colaboración
La firma del convenio de repoblación se lleva a cabo directamente con la Entidad Propietaria (Ayuntamientos, Juntas Vecinales, Comunidad de Montes) o, en el caso de Montes de Utilidad Pública, con la Comunidad Autónoma responsable de la gestión forestal de dicho terreno.
De esta manera, al plantear un proyecto de forestación, Reforestum aboga por desarrollar el proyecto con la colaboración de la comunidad local del lugar (Ayuntamiento, Juntas Vecinales y/o Administración Autonómica competente) y en consenso con ella, para así lograr un impacto más consensuado y resiliente, asegurando la sostenibilidad del proyecto en el largo plazo.
Tras la solicitud, y formalizado en el convenio correspondiente, la Entidad Propietaria acuerda que el promotor o desarrollador del proyecto adquiera los derechos a las absorciones de carbono generadas por el proyecto, pudiendo comercializarlas o usarlas para compensar las emisiones de su propia actividad económica, si procede.
La duración estándar de estos Convenios de Repoblación se establece en 4 años, incluyendo la repoblación inicial y el mantenimiento posterior durante las siguientes 3 anualidades o campañas de plantación -generalmente conocido como “reposición de marras”-, que garantice el % de planta viva pactado con la Entidad Propietaria en el Convenio.
Una vez pasado este plazo de cuatro años, el propietario del terreno (el ayuntamiento o la comunidad autónoma) debe hacerse cargo del mantenimiento del proyecto, tal y como se establece en la ley de montes. Asimismo, cuando el convenio está firmado y el proyecto ha sido aprobado, se puede realizar una preinscripción del proyecto ante la OECC, y una vez el proyecto ha sido ejecutado comienza el proceso de certificación.
3.c Ejecución del proyecto
El proceso de ejecución de un proyecto se divide en dos etapas principales:
c.1. Preparación del terreno:
Esta fase es esencial para facilitar el buen arraigo de las raíces de la planta así como la infiltración del agua en el momento de la plantación. Dependiendo de las características del terreno se emplean distintas técnicas de preparación: subsolado con bulldozer, ahoyado mecanizado con retroaraña, ahoyado con retroexcavadora, etc….La preparación del terreno es necesaria para poder proceder con la repoblación. Si fuera necesario, previamente a la preparación de terreno se habrá de eliminar la vegetación competidora (principalmente matorral) que pueda comprometer la viabilidad de la repoblación futura, a través del desbroce mecanizado previo
Una vez el terreno está preparado, debe dejarse un margen de tiempo antes de proceder con la repoblación, para que así el suelo pueda oxigenarse y se encuentre en condiciones óptimas.
c.2. Plantación/Repoblación:
La implantación vegetal viene condicionada por la necesidad de obtener una cubierta vegetal que mejore el estado forestal de la zona, cosa que no se conseguiría sin la intervención humana. La implantación de las especies elegidas para repoblar se realizará mediante plantación manual. A la vista del estudio climático y edáfico, y teniendo en cuenta el resto de las cuestiones indicadas, para asegurar el éxito, normalmente se utilizará planta con cepellón. El proceso de plantación tiene una duración variable dependiendo del tamaño y las características del terreno.
Para defender la repoblación frente a la fauna silvestre se utilizan diferentes métodos como cerramientos perimetrales o colocación de protectores individuales a todas las plantas, o a las especies más sensibles o apetecibles para la fauna silvestre. Normalmente, se utilizan protectores biodegradables, los cuales pueden ser de distintos tipos, en función del tipo de fauna existente en la zona de repoblación. Para predadores o mamíferos pequeños, lo normal es la utilización de mallas -también biodegradables- y tutores de bambú. Además de protegerlas, las mallas protectoras ofrecen sombra en las primeras etapas de desarrollo de la planta. Si estamos en una zona con alta presencia de venados y/o ungulados, lo mejor es utilizar tubos de tipo “invernadero” de altura superior a 60 cm.
4. Certificación y garantías
Cuando la plantación inicial ha tenido lugar, comienza el proceso que va a acreditar oficialmente el proyecto de forestación como Proyecto de Absorción de CO2.
La certificación de los proyectos de forestación es clave, dado que asegura la calidad de la ejecución y mantenimiento del proyecto, así como su continuidad en el medio y largo plazo. En España, el organismo certificador es la Oficina Española del Cambio Climático (OECC), que pertenece al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). La OECC cuenta con un conjunto de normas sólidas y estrictas que los proyectos tienen que cumplir para ser certificados. Estas normas establecen que el proyecto de absorción, una vez certificado, tiene que mantener su tipología a perpetuidad, dado que se garantiza que una vez cambiado el uso del suelo a forestal no puede ser deforestado. Es por ello que resulta tan importante la certificación, puesto que implica la garantía de supervivencia y mantenimiento del proyecto a largo plazo. Por estos motivos Reforestum solo trabaja con proyectos certificados.
Uno de los pasos más importantes para obtener la certificación es presentar la documentación técnica del proyecto, que incluye la acreditación de confirmación de ejecución de obras, el mencionado estudio del terreno incluyendo un inventario forestal, el plan de gestión y actuación, información geográfica, la calculadora de CO2 y los acuerdos que garantizan que los propietarios de los terrenos se comprometen al periodo mínimo de garantía, qué en la mayoría de los casos es de 40 años.
Como resultado de las actuaciones de forestación, se producen derechos de absorciones de carbono, que son acreditados por la OECC, y equivalen a las absorciones de carbono previstas para el proyecto. La emisión de créditos de carbono, explicado en más detalle a continuación, es un instrumento necesario para incentivar la inversión privada en este tipo de proyectos, ya que avala los esfuerzos medioambientales en términos de reducción o compensación de emisiones, sobre todo por parte de las empresas.
Estimar y calcular la absorción de CO2 de un proyecto de forestación es un proceso complejo, ya que las absorciones se producen a lo largo de un periodo largo de tiempo (entre 30 y 50 años) en un ecosistema intrincado como es un bosque, en el que intervienen varios depósitos de carbono e influyen numerosos factores interrelacionados.
La Oficina Española del Cambio Climático (OECC) ha elaborado una metodología que permite el cálculo de las absorciones de carbono previstas. La calculadora de carbono de la OECC estima las absorciones en función de las especies plantadas y su densidad. Una de las partes más complejas es la estimación de la cantidad de árboles que llegarán a la madurez al final del periodo de permanencia. Para esto se usan estudios existentes sobre la productividad (maderera) de diferentes terrenos (tipo de suelo, clima, etc), en consonancia con el plan de gestión, que normalmente incluye claras, y tiene en cuenta las posibles marras por condiciones naturales.
La calculadora de la OECC basa sus cálculos a través de los siguientes apartados:
- Absorciones previstas al final del periodo de permanencia: Cada especie de árbol cuenta con unas características únicas, y por tanto una capacidad determinada de absorción de CO2 por unidad de tiempo. Teniendo esto en cuenta, para calcular las absorciones totales, se multiplica la capacidad de absorción de cada especie por el número de pies de la misma que se están previstos que se conviertan en árboles maduros al final del período de permanencia. El cómputo final se conoce como Absorciones previstas al final del periodo de permanencia y refleja la capacidad máxima de absorción del proyecto total de acuerdo a la certificación oficial.
- Absorciones registradas útiles: Las absorciones registradas útiles suponen el 20% de las absorciones previstas en el periodo de permanencia de un proyecto, se trata de las absorciones oficiales disponibles en el momento de la inscripción de un proyecto. Esta categoría se denomina en ocasiones “absorciones ex-ante”, reflejando la idea de que es una cantidad estimada a futuro.
- Bolsa de garantías: Se trata de un instrumento garante de las compensaciones inscritas. Permite asegurar las previsiones de absorción de un proyecto en el caso de que haya algún incidente o desviación del plan (pérdida de masa forestal por ejemplo), que ponga en riesgo el desarrollo del mismo. Cada proyecto inscrito en el MITERD aporta el 10% de sus absorciones previstas, de esta manera se asegura una reserva colectiva a través del ministerio para hacer frente a posibles incidentes.
- Absorciones disponibles: Las absorciones disponibles es la diferencia entre las registradas útiles y la cantidad cedida a la bolsa de garantías, y es la cantidad de absorciones que, en la práctica, puede ser atribuidas (retiradas, siguiendo el argot del mercado voluntario) a las entidades que compensen su huella de carbono mediante el mecanismo de compensación establecido por la OECC.
Se distinguen dos tipos de estimaciones de absorción de CO2:
- Cálculos ex ante: Cálculos a futuro en base a estimaciones del crecimiento de las especies para el periodo de permanencia del proyecto. El resultado de la estimación permite conocer con antelación y de manera aproximada las absorciones que se espera genere el proyecto (OECC). El cálculo ex-ante supone un 20% de las absorciones disponibles y es una cantidad teórica planteada a futuro.
- Cálculos ex post: Cálculos en base a datos reales de la masa forestal en un momento concreto. El resultado de la estimación dará información sobre las absorciones que realmente han tenido lugar en el proyecto en el momento del cálculo (OECC). Esta categoría refleja absorciones realizadas y contabilizadas en tiempo presente. Para los cálculos ex-post hay que tener en cuenta que son revisados y ajustados cada 5 años a través del ejercicio de inventariado del proyecto, para así asegurar que los datos son fiables. Por tanto, cada 5 años el promotor del proyecto debe presentar documentación acreditativa e informativa del estado del mismo con datos cuantitativos y cualitativos.
Proceso de cálculo de previsión de absorciones de un proyecto
A continuación vamos a explicar el proceso completo por el que la OECC estima la absorción de CO2 de un proyecto de forestación y emite los créditos de carbono correspondientes con un ejemplo concreto.
- Cálculo ex ante “bruto” - En primer lugar, se estima el CO2 que va a absorber el bosque en el futuro en función del crecimiento esperado de las especies que se vayan a plantar para el periodo de permanencia del proyecto (que suele ser de entre 40 y 50 años). Es decir, se calcula cuánto van a absorber los árboles especificados en el proyecto durante el periodo acordado presentado a la OECC. Para ello, la OECC proporciona información por especie, que puede ser encontrada en la calculadora del Ministerio.
- Cálculo de absorciones disponibles - Créditos ex ante. Al total de absorciones disponibles se le resta el 20% .
De esta manera simplificada, podemos entender de forma aplicada cómo se harían los cálculos explicados anteriormente.
5. Digitalización del proyecto: La Plataforma de Reforestum
Los proyectos de forestación son digitalizados en la plataforma de Reforestum, a través de mapas interactivos, lo cual permite a los usuarios hacer un seguimiento del desarrollo y evolución de los mismos, aportando mayor claridad y transparencia en la comunidad. Se trata de un modelo innovador único que genera confianza y mayor trazabilidad.
Los mercados de carbono suelen depender de los datos obtenidos durante las primeras fases de los proyectos, lo que hace difícil saber con precisión cuántas emisiones de carbono se han secuestrado o evitado en un momento dado. A menudo, los créditos de carbono son conceptos abstractos para los usuarios finales, que no llegan a saber el impacto final de los fondos que han invertido. Para dar respuesta a esta problemática, Reforestum propone el modelo de participaciones forestales.
Las participaciones forestales son porciones de un bosque, medidas en metros cuadrados, que financia un usuario determinado que busca compensar su huella de carbono. El usuario adquiere los derechos de absorción de CO2 presentes y futuros proporcionales al tamaño de su participación Los proyectos de forestación son digitalizados en la plataforma de Reforestum, lo cual permite a los usuarios hacer un seguimiento del desarrollo y evolución de los mismos, aportando mayor claridad y transparencia en la comunidad. Se trata de un modelo innovador único que genera confianza y mayor trazabilidad.
Para descubrir más acerca de los proyectos de Reforestum, así como de las diferencias entre proyectos de forestación y de conservación, consulta este artículo.
Como hemos mostrado, hay muchos pasos para realizar con éxito proyectos forestales que garanticen los numerosos beneficios que aportan, incluido el de capturar CO2 a largo plazo, pero también el de fomentar la biodiversidad local y otros beneficios ambientales y sociales. Hacer las cosas de la manera correcta, con los socios locales adecuados y siguiendo y, si es posible, superando las normas de certificación es vital para garantizar el éxito de estas actividades. Reforestum se enorgullece de apoyar a sus socios locales y de aprender de las comunidades locales en las que opera para mejorar la forma en que hacemos las cosas